La entrada de hoy, es una metáfora para la práctica, derivado de una experiencia personal, de retomar la práctica del skateboard, después de unos 30 años.
Tengo que agradecer el buen trabajo de entrenamiento de Miguel Urbina , del Club de Skateboarding Molinar , Club al cual pertenezco desde hace poco, y recomiendo por su profesionalidad, trayectoria y vocación para la difusión de este deporte.
La idea, de esta metáfora, vino de la primera sesión de entrenamiento, uno pudiera pensar que el primer trabajo pudiera ser otro, y que ya sabe patinar ( o rodar, al menos), pero la realidad es, que un trabajo serio y profesional tiene que empezar por :
- Aprender a caer bien.
Claro, ahora que lo he escrito, tiene su lógica, desde la óptica de la prevención, de controlar al máximo el riesgo inherente a esta actividad deportiva,…¿No pudiera ser la educación emocional, algo parecido?. Una lección para aprender a «caer bien», en el riesgo inherente de vivir, esa caída no la podremos evitar, pero si minimizar el daño que podemos hacernos o hacer a los demás, incluso.
En esa lección, estaría incluido potenciar la seguridad en uno mismo, una instrucción explícita también sobre algunos aspectos teóricos necesarios, el ir cambiando el posible miedo también inherente, por una acción concreta. Aparte de quitarle mayor «reactividad» frente a esos estímulos que provocan ese miedo/ansiedad/inseguridad, y no «alimentarlo» más con nuestras reacciones descontroladas.
Aprender a caer bien, sería una estrategia de prevención, y proactiva también, muy en relación con la educación emocional. El «caer bien», pudiera ser una parte, y la otra de «patinar bien», se asemejaría a potenciar nuestras habilidades y competencias.
En definitiva una lección necesaria, en el skateboard, y en nuestras vidas, diría.
Una idea sobre “Educación emocional y skateboard : Aprender a caer bien, una metáfora para la práctica.”